lunes, 14 de junio de 2010

Lunes, otra vez

Hoy es un día raro, admitiendo que los lunes son el día en que generalmente me deprimo. No es el más cansado sino el más frustrante para mí desde hace unos meses. Despierto en la nueva semana con un ánimo bastante decaído, sin tener un plan exacto, sin actividad certera, sin un trabajo y sin alguien que me diga que las cosas marchan mejor. Es cierto, mi vida no es un asco, pero tampoco es algo que me emocione…sobre todo en lunes, repito. Se mueven las manecillas y con ellas parece que busco darme alientos de que esta semana pintará mejor y que un trabajo me espera ya para hacerlo mío, para tener otra vez un horario que rija mi agenda. Y sólo espero en verdad que suceda, que no llegue tan rápido el viernes y entonces la euforia del fin de semana me sirva de droga para olvidarme que no me siento bien. Quizá en ese punto este mi error… Aferrarme a que llegue el trabajo puede que sea lo que no lo deje llegar, precisamente así, con la idea firme y la energía estancada. ¿Cómo evito sentirme así?