martes, 27 de diciembre de 2011

Recuento

Muy común es hacer recuentos de lo que hicimos o dejamos de hacer en el año; yo sólo puedo contar que perdí mucho en éste que pasa y casi termina. Me quedé fría cuando se fue a la basura el trabajo de años que tenía papá, mamá comenzó a abandonar su vida social, la casa se llenó nuevamente de habitantes gracias a que mis hermanos volvieron al nido y eso implicó perder mi cuarto. Lola murió, se esfumó de este mundo para ir a una mejor dimensión...al menos eso creo y tal vez haya sido la más ganona en todo esto. Un auto se descompuso, luego el otro...huí de casa por un mes y volví por falta de dinero entre papás. Corté mi cabello como nunca, cambié de área laboral y perdí la comodidad de dormir hasta las 11 del día. Corrí poco, tomé mucho...ahora sí mucho, salí a fiestas, perdí tiempo en recuperar la energía.

Hice mucho, o en realidad sólo hice algo...y perdí demasiado. Y entre todo eso que perdí gané tres cosas valiosísimas: encontré el amor, enfrenté uno de mis miedos y entendí lo que es el desapego.

Mi recuento se resume en uno, dos, tres. Bueno, que ya venga el otro año. Adiós a todo lo que trajo el 2011...a recibir y crear lo que el 12 tenga siniestramente calculado.

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